Siempre en mi camino,
siempre por delante y distante,
siempre hay una estrella.
A la cual intuyo pura, sensible,
la veo tan brillante, que me ciega.
Esa estrella me guía, me conduce,
hacia ella voy, a ella la busco.
A veces hasta presiento su perfume,
su cuerpo, su corazón, su alma.
Y ahora, que ya no me importa el tiempo,
y no importa cuanto camine,
si vivo por ella, por ella andaré,
por ella daré todo mi ser,
en este mi camino, su camino,
que me conduce hacia ella,
que en algún tiempo, la alcanzaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario