Debemos antes de una competencia Nacional o Internacional
trabajar en tres aspectos mínimos, pero indispensables: En lo táctico, en la
Mente y lo técnico. En lo Táctico, la mejora y la perfección. En la mente, la
preparación del trabajo para combatir el estres de la competencia y las
emociones. Y en lo táctico, la preparación de todo el trabajo juntando todos
los elementos entrenados.
El deportista que quiere atender el Alto Rendimiento, o que
quiere alcanzar Su máximo rendimiento, debe cuidar todos los aspectos de su
preparación: La técnica (Entrenando Infinitas horas y haciendo incalculables
repeticiones), la táctica (planteando estrategias, alternativas, estudiando
rivales, diferentes escenarios, (si somos local o visitantes), en la física (en
sesiones de entrenamiento intensas, pero cuidando también, la nutrición, la
recuperación y el descanso), y finalmente la mente (que nos va a preparar para
dar lo mejor de nosotros). Si desatendemos alguno de los aspectos nombrados,
difícilmente lograremos un rendimiento acorde a nuestro potencial. Por ello,
debemos practicar, y practicar y practicar, para que todo el fruto se vea en
disfrutar una gran experiencia deportiva, sacando el mayor provecho de nuestros
potenciales.
La parte psicológica, debe ser tratada por un Psicólogo si se
ve que uno tiene algún problema que solucionar, esto es como cualquier otra
área de la vida, pero debe ser atendida, para tener con todos los aspectos
vistos, una mente y un físico sano.
La Fuerza Mental (Mental Strength), es una cualidad a desarrollar,
no se trae con nosotros, en la psicología el doctor Jim Loher, especialista en el
tema, definió a la Fuerza Mental, como "LA
HABILIDAD PARA DESEMPEÑARSE DE MANERA CONSISTENTE, EN EL RANGO SUPERIOR DE SUS
TALENTOS Y HABILIDADES, SIN IMPORTAR CUALES SEAN LAS CIRCUNSTANCIAS
COMPETITIVAS". Para ello trabajaremos en varios campos: Control, Confianza,
Concentración, y Conocimiento de uno mismo.
Las personas con Fuerza Mental, son abiertas, flexibles,
imparciales, sensibles y decentes. Pero eso sí, sumamente apasionadas y
determinadas. Toleran las críticas, y aprenden de los fracasos, sin sentirse
heridas, atacadas, o alteradas, ni ponerse a la defensiva. Saben que si algo
salió mal, fue por algo, se acepta y se trabajará para corregir.
Lo importante es que el poder Mental se puede desarrollar,
sin importar si se es introvertido o extrovertido, se logra robusteciendo sus
componentes, manejando las presiones, conociéndose a sí mismo, manteniendo su
motivación, aumentando la concentración, y fundamentalmente manejando el
control, siendo este último punto de mucha importancia, dado que se debe
manejar, el evitar estar pendiente de lo que tengo para perder o ganar. Es
focalizarse en el proceso que lleva a los resultados. Es convertir el trabajo
duro y la competición en diversión. Estas son maneras de lograr el control de
los pensamientos y las emociones, aceptando que las presiones y la ansiedad son
inevitables, y aprender a disfrutar de la sensación de la adrenalina.
Es perverso pensar que mucha gente siempre le da la culpa a
situaciones de problemas psicológicos y no hagan nada al respecto. Y peor aún
si la culpa es de los demás.
Debo insistir en que debe haber componentes innatos, pero la
realidad me cuenta que las habilidades mentales necesarias en el deporte son
fundamentalmente aprendidas, de la misma
manera en que se adquieren otras habilidades, es decir, a través del trabajo
duro, la repetición y la práctica que siguen al compromiso de mejorar, seguidas
por la comprensión y la reflexión necesaria para la práctica de calidad. Por
eso se habla de ENTRENAMIENTO DEL PODER METAL, que como cualquier
entrenamiento, es un proceso sistemático de adquisición, desarrollo y
mantenimiento de capacidades.
Las habilidades mentales aprendidas, al igual que las
técnicas y tácticas, no van a soportar la presión si no están muy bien
incorporadas. Los viejos hábitos de pensamiento y conducta, van a reaparecer
mientras las nuevas destrezas no estén lo suficientemente entrenadas y
ensayadas.
Los deportistas mentalmente fuertes se encargan de darles
dirección a sus carreras. NO SE QUEDAN AGUARDANDO QUE EL ÉXITO SUCEDA:
¡HACEN QUE EL ÉXITO OCURRA!