Por entrenados
que estemos si no estamos preparados, no podremos ganar, o no haremos los
deberes en competencia, de lo preparado en los entrenamientos.
La fuerza de
trabajar al máximo, la manera de tener un rendimiento mental constante, y bajo
presión si es necesario, será más fácil cuando la disciplina corporal esté
trabajada plenamente. En ese momento el cuerpo responde naturalmente a los
movimientos que hay que realizar, y la mente se limita a los trabajos finos y
más delicados, facilitándole así la tarea, más aún con la presión de una
competencia.
En los tiempos
en los cuales vamos preparándonos mentalmente para las competencias, es
indispensable, que se coordine el trabajo técnico y físico de una manera
exquisita, muy elaborada y muy precisa, para que en este permanente
acostumbramiento, sistematización o mecanización, sea tan bueno, que solo
debemos entrenarlo mientras entrenamos, no solo en forma específica. A menos
que sea la incorporación de algo nuevo en la técnica o los movimientos.
Actuar en forma
correcta y triunfal, es algo que sobresale de lo común, porque resulta fácil
para el puñado de ganadores, y una actuación triunfante da aún más poder interno.
Debemos
entender que una actuación deficiente, está llena de amarguras y un esfuerzo
extra tirado al cesto de la basura, dejando en el piso demasiados días y meses
de trabajo. Pensemos, en que momentos vemos que hacemos el mayor esfuerzo?:
cuando todo va bien?, o cuando todo va mal?
Esto es como
decir que largamos algo hacia delante y es como una pelota de tenis que va
directo a un rincón y pega encima sobre la línea, no hubo nada que se
interpusiera, no tuvimos que perder tiempo
buscando entre los obstáculos. Cuando se juega bien uno está en
equilibrio, por ello la preparación técnica que va de la mano con la mental son
dos pilares inseparables.
Además cuando
construimos una buena imagen de nosotros mismos, es innegable, nos sabemos
ganadores.
Muchos se han
aventurado a decir que la mente es el 90 % de todo lo que hacemos en el
deporte, en realidad no se sabe si llega a semejante porcentaje, pero si se
sabe que es muy poderosa. Pero sin lugar a dudas, solo ocurrirá si estamos
entrenados en forma correcta y sistemática.
A los que ganan
le es fácil hacerlo, porque se prepararon y no le es problema hacer la tareas
de los entrenamientos en una competencia, porque entrenaron bien y duro. Por
ello funciona que ganar es fácil para los ganadores, y no solo en los deportes,
en la vida en general. El éxito no es un
accidente, este se logra siguiendo el curso determinado, es una consecuencia, o
sea, es el resultado natural, de un trabajo muy grande.
Es imposible
tener pensamiento positivos y negativos a la vez.
Lo que decimos
no es lo importante, lo que hacemos sí, diremos que sabemos todo muy bien, y si
después hacemos todo mal, lo queremos explicar. Debemos dejar de explicar lo
errores, debemos convertirlos en un alegre y fácil análisis. O sea, algo no
salió a lo previsto, bien, simplemente lo repetimos y lo hacemos bien, y si
vuelve a no salir, deberemos entrenar mucho
mas, así de simple, no hace falta el escándalo, la raqueta en el piso, los
gritos, (todo negativo) los berrinches, solo para conformarnos o para adelantar
las explicaciones a quien nos mira. Nuestra altura debe ser distinta, debemos
ser más profesionales, aunque no lo seamos en ingresos, pero, si, debemos
pensar como ellos, y así le ganaremos.
En nuestra
mente interior, se desarrollan muchos sucesos desde el primer trabajo de
entrenamiento y va a mejorar a medida que desarrollemos mas nuestras
habilidades con mucha práctica, esto es hacer una automatización increíble, tan
grande como frenar sin pensar al llegar a una esquina, si esto es comprendido,
entenderemos que nuestra mente interior maneja mucho mas situaciones a la vez
que nuestra mente consciente, si sabemos hacerlo, tenemos a nuestro favor, el
mayor de los poderes.
Entendamos bien
que la mente interior, (subconsciente) debe hacer su trabajo, y la consciente
el suyo, pero cuando la consciente quiere pasar por encima de la otra,
terminamos en una catástrofe.
Grandes
deportistas nos hacen parecer todo muy fácil, como por ejemplo, la gimnasia
deportiva en anilla como ejemplo, 100 metros llanos en 9,58 segundos con 41
pasos, que fácil es, si, con muchos años de entrenamiento, y con las rutinas automatizadas
hasta la excelencia, y como se saben ganadores, la mente consciente solo se
limita a coordinar los últimos detalles, para cumplir con una rutina mas.